DOS RUTAS EN SIERRA ESPUÑA
TOTANA-MURCIA
14 de diciembre de 2021
TOTANA-MURCIA
14 de diciembre de 2021
RECORRIDO Y PERFIL DE LA RUTA 2 DE SIERRA ESPUÑA.
Sierra Espuña es un macizo montañoso de la Región de Murcia, perteneciente a la cordillera Bética, dentro de la Cuenca del Segura. El parque regional creado en ella protege 17.804 hectáreas de los términos municipales de Alhama de Murcia, Totana y Mula, pero el conjunto montañoso dispone de más de 25.000 hectáreas, abarcando además de los anteriores, los municipios de Aledo, Librilla y Pliego. Su máxima altitud es de 1.585 metros en el Morrón de Totana también llamado Morrón de Espuña.
A finales del siglo XIX toda la sierra se encontraba en un estado ecológico lamentable, con la pérdida casi total de su masa arbórea y presentando graves procesos de desertificación. En 1889, el ingeniero forestal Ricardo Codorníu y Stárico...
...cartagenero, llamado cariñosamente el “Árbol del Apóstol”, apesadumbrado después de su primera visita a la sierra y viendo el deterioro sufrido tras siglos de explotación maderera que había convertido a Espuña en una tierra desértica, acometió la ingente tarea de reforestar toda la sierra. Esta tarea de repoblación forestal se convirtió en un modelo para su época, sobre todo en sus laderas y en las zonas altas del Barranco de los Ballesteros, pudiendo disfrutar en todo momento de este bello paisaje.
Uno de los senderos más significativos de esta zona es el de Los Lentiscos, al cual se accede desde la Finca Caruana, en Santa Leocadia, saliendo por el caño de las Alquerías que bordea el cabezo del Campanario hasta llegar a la zona de la Balsa Grande y Casa Forestal de la Carrasca, donde se encuentra el Aula de la Naturaleza, finalizando el mismo en Las Yeserías, en el Collado Pilón, hallándose aquí los hornos de cocción de yeso, ya abandonados.
En estos parajes se halla situada la cumbre de Las Cunas. Antes de iniciar la subida por el barranco se encuentra el bosque de las hadas, un precioso enclave de pinos altísimos y muy juntos bajo cuyas copas se respira un ambiente algo mágico.
Una zona de especial significación es Las Alquerías, situada a unos 4 km. de Aledo en dirección a Bullas y luego torciendo a la derecha hacia el Morrón de Espuña. En ella hay, además del Aula de la Naturaleza, una zona de acampada prevista, un lugar ecológico y paisajista de primer orden con exuberante vegetación. Muy cerca encontramos la balsa chica, depósito de agua de la zona de la carrasca e inicio de muchas rutas por toda la sierra.
Dos zonas de especial relevancia son el Collado Pilón y el Collado Bermejo.
Una de las partes más atractivas del Collado Pilón es su mirador, que nos da vistas a la parte suroeste de la sierra. Se sitúa en la subida de las Alquerías al Collado Bermejo a una altura de 1.065 metros. Desde aquí, se contempla el Barranco de los Ballesteros en todo su esplendor, la población de Aledo y al fondo la Sierra de la Tercia. Por la parte norte podemos ver el cerro de Pedro López y al oeste el cerro de los Albaricoqueros, siendo lugares de interés Las Yeseras, la Senda de El Purgatorio, La casa de Don Blas, etc.
Como anécdota podemos resaltar que el día 24 de enero de 2011, el Collado Pilón se vio cubierto de nieve, así como la zona denominada Eva 13 de Sierra Espuña, viéndose afectado el tráfico rodado en la subida al Parque Natural por la zona de Las Alquerías por la presencia de hielo en la carretera.
Es de especial relevancia el colorido de los árboles en los comienzos del otoño.
El Collado Bermejo ofrece una de las mejores panorámicas de toda Sierra Espuña, ya que posee un mirador con una altitud de 1.201 metros. Es un paso obligado si se quiere subir al Morrón de Espuña (1.585 metros), donde se encuentra una instalación militar, y a los Pozos de la Nieve. Una parada aquí ofrece la oportunidad de ver lugares tan bellos como la Umbría de Peña Apartada, el Cerro de la Garita y el profundo y verde Valle del Río Espuña.
Los casi 1.400 metros de desnivel para poco más de 28 km. de longitud y sus constantes “herraduras” en el trazado lo consideran como puerto de montaña de primera categoría, celebrándose con asiduidad pruebas ciclistas, llegando a pasar por sus cuestas alguna vez la Vuelta Ciclista a España.
El panorama de Sierra Espuña fue cambiando paulatinamente a lo largo del tiempo. Durante muchos años fue aprovechada para la ganadería, tanto local como trashumante. Los pastos y la bellota eran importantes recursos para los municipios, que arrendaban las dehesas para su aprovechamiento.
Los intentos de puesta en cultivo de nuevas tierras hacen que se roturen matorrales y bosques con objeto de abrir tierras para agricultura. Parece que a principios del siglo XVI ya se cultivaba Prado Mayor. Igualmente se producen talas de pinar para el aprovechamiento de las maderas y durante este tiempo no son raros los enfrentamientos entre aquéllos que defienden los intereses ganaderos y los que pretenden ganar terrenos para la agricultura.
También en el siglo XVI, una importante actividad económica se implanta en las umbrías de la sierra. La nieve y el hielo fueron aprovechados gracias a la construcción de grandes depósitos construidos a más de 1.300 metros de altitud en un complejo nevero integrado por 25 pozos. El auge de la actividad se alcanzó entre los siglos XVII y XVIII, extinguiéndose en el primer tercio del siglo XX.
A mediados del siglo XVIII, los montes pasan a ser gestionados por la Marina. Esta medida queda encuadrada dentro de una política de rearme naval que hace necesario conjugar el aprovechamiento de la sierra por parte de este ejército, que extrae madera y carbón, con el uso que los vecinos han dado tradicionalmente al monte.
El crecimiento de la población provoca el aumento de la demanda de recursos como madera, tierra para cultivar, pastos para ganado y agua. Esta situación hace que ya a principios del siglo XIX la sierra adolezca de graves males como la deforestación y erosión, debida a la sobreexplotación de su entorno natural. A mediados del siglo XIX el monte pierde su carácter comunal por la desamortización del territorio, amparada por las leyes de la época y pasa a manos privadas.
La maltrecha sierra, ya a finales del XIX, presenta una esquilmada cubierta vegetal. Sin un bosque protector y con los suelos desnudos, los riesgos de erosión y de avenidas eran muy altos. En 1877, una riada causa 5 muertos en Totana, una desgracia apenas comparable con la acaecida en 1879. Murieron entonces 761 personas en Lorca y Murcia, además de los cuantiosos daños materiales.
En la última década del siglo XIX se inician diversos trabajos hidrológico-forestales con el fin de restaurar la cubierta forestal de Sierra Espuña y evitar sucesos desgraciados como los ocurridos años antes. Se llevaron a cabo estudios sobre el clima, los suelos y la vegetación de la sierra, con el objeto de garantizar el éxito de los trabajos. Además, se construyó una importante red de infraestructuras de apoyo a las labores, como caminos, sendas, puentes, diques, viveros, etc.
Desde inicios del siglo XX, una serie de acontecimientos se suceden en la sierra. Se inician los campamentos de exploradores, se construye el sanatorio antituberculoso, un hotel y una carretera que une Huerta Espuña y Alhama.
Sierra Espuña fue declarada en 1931 sitio natural de interés nacional. En 1973 se crea la Reserva Nacional de Caza y en 1978 se amplía la protección a 9.000 hectáreas, con la categoría de Parque Natural, recalificándose en 1992 como Parque Regional.
A finales del siglo XIX toda la sierra se encontraba en un estado ecológico lamentable, con la pérdida casi total de su masa arbórea y presentando graves procesos de desertificación. En 1889, el ingeniero forestal Ricardo Codorníu y Stárico...
Uno de los senderos más significativos de esta zona es el de Los Lentiscos, al cual se accede desde la Finca Caruana, en Santa Leocadia, saliendo por el caño de las Alquerías que bordea el cabezo del Campanario hasta llegar a la zona de la Balsa Grande y Casa Forestal de la Carrasca, donde se encuentra el Aula de la Naturaleza, finalizando el mismo en Las Yeserías, en el Collado Pilón, hallándose aquí los hornos de cocción de yeso, ya abandonados.
En estos parajes se halla situada la cumbre de Las Cunas. Antes de iniciar la subida por el barranco se encuentra el bosque de las hadas, un precioso enclave de pinos altísimos y muy juntos bajo cuyas copas se respira un ambiente algo mágico.
Una zona de especial significación es Las Alquerías, situada a unos 4 km. de Aledo en dirección a Bullas y luego torciendo a la derecha hacia el Morrón de Espuña. En ella hay, además del Aula de la Naturaleza, una zona de acampada prevista, un lugar ecológico y paisajista de primer orden con exuberante vegetación. Muy cerca encontramos la balsa chica, depósito de agua de la zona de la carrasca e inicio de muchas rutas por toda la sierra.
Dos zonas de especial relevancia son el Collado Pilón y el Collado Bermejo.
Una de las partes más atractivas del Collado Pilón es su mirador, que nos da vistas a la parte suroeste de la sierra. Se sitúa en la subida de las Alquerías al Collado Bermejo a una altura de 1.065 metros. Desde aquí, se contempla el Barranco de los Ballesteros en todo su esplendor, la población de Aledo y al fondo la Sierra de la Tercia. Por la parte norte podemos ver el cerro de Pedro López y al oeste el cerro de los Albaricoqueros, siendo lugares de interés Las Yeseras, la Senda de El Purgatorio, La casa de Don Blas, etc.
Como anécdota podemos resaltar que el día 24 de enero de 2011, el Collado Pilón se vio cubierto de nieve, así como la zona denominada Eva 13 de Sierra Espuña, viéndose afectado el tráfico rodado en la subida al Parque Natural por la zona de Las Alquerías por la presencia de hielo en la carretera.
Es de especial relevancia el colorido de los árboles en los comienzos del otoño.
El Collado Bermejo ofrece una de las mejores panorámicas de toda Sierra Espuña, ya que posee un mirador con una altitud de 1.201 metros. Es un paso obligado si se quiere subir al Morrón de Espuña (1.585 metros), donde se encuentra una instalación militar, y a los Pozos de la Nieve. Una parada aquí ofrece la oportunidad de ver lugares tan bellos como la Umbría de Peña Apartada, el Cerro de la Garita y el profundo y verde Valle del Río Espuña.
Los casi 1.400 metros de desnivel para poco más de 28 km. de longitud y sus constantes “herraduras” en el trazado lo consideran como puerto de montaña de primera categoría, celebrándose con asiduidad pruebas ciclistas, llegando a pasar por sus cuestas alguna vez la Vuelta Ciclista a España.
El panorama de Sierra Espuña fue cambiando paulatinamente a lo largo del tiempo. Durante muchos años fue aprovechada para la ganadería, tanto local como trashumante. Los pastos y la bellota eran importantes recursos para los municipios, que arrendaban las dehesas para su aprovechamiento.
Los intentos de puesta en cultivo de nuevas tierras hacen que se roturen matorrales y bosques con objeto de abrir tierras para agricultura. Parece que a principios del siglo XVI ya se cultivaba Prado Mayor. Igualmente se producen talas de pinar para el aprovechamiento de las maderas y durante este tiempo no son raros los enfrentamientos entre aquéllos que defienden los intereses ganaderos y los que pretenden ganar terrenos para la agricultura.
También en el siglo XVI, una importante actividad económica se implanta en las umbrías de la sierra. La nieve y el hielo fueron aprovechados gracias a la construcción de grandes depósitos construidos a más de 1.300 metros de altitud en un complejo nevero integrado por 25 pozos. El auge de la actividad se alcanzó entre los siglos XVII y XVIII, extinguiéndose en el primer tercio del siglo XX.
A mediados del siglo XVIII, los montes pasan a ser gestionados por la Marina. Esta medida queda encuadrada dentro de una política de rearme naval que hace necesario conjugar el aprovechamiento de la sierra por parte de este ejército, que extrae madera y carbón, con el uso que los vecinos han dado tradicionalmente al monte.
El crecimiento de la población provoca el aumento de la demanda de recursos como madera, tierra para cultivar, pastos para ganado y agua. Esta situación hace que ya a principios del siglo XIX la sierra adolezca de graves males como la deforestación y erosión, debida a la sobreexplotación de su entorno natural. A mediados del siglo XIX el monte pierde su carácter comunal por la desamortización del territorio, amparada por las leyes de la época y pasa a manos privadas.
La maltrecha sierra, ya a finales del XIX, presenta una esquilmada cubierta vegetal. Sin un bosque protector y con los suelos desnudos, los riesgos de erosión y de avenidas eran muy altos. En 1877, una riada causa 5 muertos en Totana, una desgracia apenas comparable con la acaecida en 1879. Murieron entonces 761 personas en Lorca y Murcia, además de los cuantiosos daños materiales.
En la última década del siglo XIX se inician diversos trabajos hidrológico-forestales con el fin de restaurar la cubierta forestal de Sierra Espuña y evitar sucesos desgraciados como los ocurridos años antes. Se llevaron a cabo estudios sobre el clima, los suelos y la vegetación de la sierra, con el objeto de garantizar el éxito de los trabajos. Además, se construyó una importante red de infraestructuras de apoyo a las labores, como caminos, sendas, puentes, diques, viveros, etc.
Desde inicios del siglo XX, una serie de acontecimientos se suceden en la sierra. Se inician los campamentos de exploradores, se construye el sanatorio antituberculoso, un hotel y una carretera que une Huerta Espuña y Alhama.
Sierra Espuña fue declarada en 1931 sitio natural de interés nacional. En 1973 se crea la Reserva Nacional de Caza y en 1978 se amplía la protección a 9.000 hectáreas, con la categoría de Parque Natural, recalificándose en 1992 como Parque Regional.
FAUNA Y FLORA DE SIERRA ESPUÑA.
El pino carraco es la especie arbórea predominante aunque en las zonas altas aparece el pino lacio y rodeno. También se encuentran pequeños retazos de encinas, quejigos...
...y arces.
En las ramblas, barrancos y proximidades de las fuentes se desarrollan olmos, chopos y álamos, junto a plantas arbustivas como madreselvas, adelfas, rosales o zarzaparrillas.
El sotobosque se encuentra bien desarrollado y se compone de coscoja...
...lentisco, espino negro y enebro, entre otros arbustos.
En zonas expuestas más al sol, aparecen espartizales acompañados de plantas aromáticas como el tomillo, el romero o el rabogato. En las cumbres, la vegetación destaca por su adaptación a condiciones meteorológicas extremas y viene representada por piorno o cojín de monja...
...y la sabina negra.
Las aves es el grupo más conocido representado por unas 123 especies. En las masas forestales campean las aves de menor tamaño como carboneros, mitos, arrendajos...
...y piquituertos. Otras aves de mayor tamaño como el águila calzada, el águila real, azores y gavilanes se encuentran al acecho durante el día. Por la noche será el búho real y el cárabo quienes lo hagan, en uno de los puntos de la Región donde se puede escuchar su canto.
Entre las 38 especies de mamíferos destaca la comunidad de murciélagos, al menos 18 especies (9 de ellas amenazadas). Otros mamíferos conocidos son la ardilla de Espuña...
...y el zorro, también se citan el gato montés y la garduña. Entre los grandes se encuentran el jabalí, el arruí o muflón del Atlas y la cabra montesa.
En las ramblas, barrancos y proximidades de las fuentes se desarrollan olmos, chopos y álamos, junto a plantas arbustivas como madreselvas, adelfas, rosales o zarzaparrillas.
El sotobosque se encuentra bien desarrollado y se compone de coscoja...
En zonas expuestas más al sol, aparecen espartizales acompañados de plantas aromáticas como el tomillo, el romero o el rabogato. En las cumbres, la vegetación destaca por su adaptación a condiciones meteorológicas extremas y viene representada por piorno o cojín de monja...
Las aves es el grupo más conocido representado por unas 123 especies. En las masas forestales campean las aves de menor tamaño como carboneros, mitos, arrendajos...
Entre las 38 especies de mamíferos destaca la comunidad de murciélagos, al menos 18 especies (9 de ellas amenazadas). Otros mamíferos conocidos son la ardilla de Espuña...
Un magnifico día. La ruta ya era conocida por muchos de nosotros. En la sobremesa nos partimos de risa con las ocurrencias de Paco López. En definitiva un día completo.
ResponderEliminarUn precioso y saludable día.
ResponderEliminarPaisaje fabuloso y agradable.
Vale la pena subir y contemplar está sierra. Me apunto a la próxima.
Gracias grupo por ayudarme a descubrir esta maravilla de paisaje.
Gracias a los que hacéis este buen trabajo en el blog.
Saludos
Las rutas en Sierra Espuña nunca defraudan por algo es el mejor pulmón de la Región.
ResponderEliminarComo siempre te superas Paco. La foto del poblador de Sierra Espuña, fenomenal. Complementa el texto con. éxito.
ResponderEliminarPues tiene este buen hombre un aspecto que impresiona. Cuando vi la fotografía me quedé estupefacto y pensé: "no tiene pinta de repoblar desiertos". Después comprendí que nos había dejado una valiosa herencia a todos nosotros y merecía nuestro reconocimiento. Un gran ingeniero!!!
EliminarEstupenda ruta en nuestro parque de Sierra Espuña, donde nunca te cansarás de caminar lo.
ResponderEliminarY si estupenda fue la ruta no menos estupendo es el trabajo de Paco en este Blog
Ruta magnífica. Sierra Espuña no defrauda.
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